El tiempo no no acompañó en exceso en nuestro viaje, cosa normal por otra parte ya que allí el clima es bastante nuboso (por algo la llaman '' La Isla Esmeralda "). Nuestro viaje empieza un 10 de Mayo de 2015, tomamos el avión desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) a las 10:30h y llegamos a Dublín a las 12:10h.
Lo primero que hicimos fue localizar la casa que habíamos alquilado localizada en un barrio tranquilo a unos minutos del centro de la ciudad, llamado Drumcondra.
Empezamos visitando O'Conell Street, dónde encontramos, primer la estatua a Charles Stewart Parnell, y el monumento '' The Spire '', una gran aguja que mide 120 metros, reepmlazando al monumento Nelson's Pillar, destruido por el IRA.
Justo al lado de "The Spire", cruzando la calle, nos encontramos con el edificio de Correos.
Seguimos caminando por todo O' Conell Street y llegamos al puente de O' Conell (O' Conell Bridge) que une la ciudad y por dónde, si nos quedamos por la parte de O' Conell Street, y seguimos el río, por la parte de la izquierda, llegamos a The Custom House, que en su día era la Aduana, actualmente, Sede del Ministerio de Medio Ambiente.
Siguiendo el camino de O'Conell Bridge llegamos al Trinity College. Es la Universidad de la ciudad, recomiendo la visita a la Biblioteca, es una verdadera pasada... de esas cosas que hay que ver en persona. Unos techos altísimos, sus escaleras de caracol, sus estanterías y miles de libros...
Después de la visita del impresionante edificio, nos ponemos rumbo a Graffton Street, calle comercial y dónde también se encuentra el Temple Bar, el barrio de fiesta de la ciudad.
Al final de Graffton Street se encuentra un centro comercial llamado St. Stephen's Green, merece la pena visitarlo sólo por ver cómo es por dentro. Hay un reloj que a mi me dejó encantada.
Al norte de Graffton Street, en la intersección con Nassau Street, y terminando la zona peatonal, se encuentra la estatua de Molly Mallone's, vendedora de pescado de día, y oficios más turbios por la noche...
Y vuelta a descansar, que para ser el primer día... ¡no lo hemos hecho nada mal!
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